Durante la misa de Nochebuena en la Basílica de San Pedro, el papa Francisco, de 87 años, expresó que el mensaje del nacimiento de Jesús está siendo rechazado por la guerra. El Pontífice lamentó que, una vez más, en Belén, el Príncipe de la Paz sea rechazado por la «lógica inútil de la guerra» y los conflictos armados que persisten en el mundo.
Con las intensas confrontaciones entre Israel y Hamas en Gaza, las festividades navideñas en Belén, ubicada en la Ribera Occidental ocupada por Israel, se vieron canceladas. El papa, quien ha abogado por un alto el fuego en el conflicto, subrayó que el nacimiento de Jesús contrasta con la búsqueda de «poder, fama y gloria» del mundo.
Francisco destacó que, al nacer, Jesús no fue notado por los poderosos y llamó a los creyentes a no percibir a Dios desde perspectivas paganas vinculadas al poder y al consumismo. En cambio, instó a comprender a Dios a través de la «cercanía, compasión y ternura», señalando que Dios no emerge con un poder ilimitado, sino que desciende a la estrechez de nuestras vidas.
La misa de Nochebuena contó con la asistencia de aproximadamente 6,500 personas dentro de la Basílica de San Pedro, incluyendo cardenales, obispos y sacerdotes.
